domingo, 25 de mayo de 2014

ESCOLARES PERUANOS CREAN PIZARRA INTELIGENTE A BAJO COSTO

Joseph Centurión y Bruno Esquivel, dos adolescentes de 15 años, pueden ver con malos ojos al que les diga que la televisión solo sirve para perder el tiempo. Para estos escolares de Ilo, en Moquegua, "ver la tele" fue el inicio de una pasión por la ciencia que los ha traído hasta Los Ángeles, California. Aquí, la pizarra inteligente que diseñaron en el colegio San Luis de su ciudad compite con los mejores proyectos escolares de todo el planeta.

Los dos amigos coinciden en que lo que despertó su imaginación e interés por los inventos fueron los programas científicos. "Yo veía TEC, los programas de Discovery y demás, y me preguntaba si podía hacer todo lo que veía a bajo precio", nos cuenta Joseph. Bruno, por su parte, también recuerda el incentivo que recibió de parte de sus padres: a los tres años se subió a una silla y empezó a jugar en una computadora. Sus padres nunca lo alejaron de la máquina.

La Intel International Science and Engineering Fair (INTEL-ISEF 2014) se desarrolla cada año en distintas ciudades de Estados Unidos. En esta ocasión la capital de California alberga en estos días a cerca de 1800 estudiantes de 78 países del mundo que, al igual que Joseph y Bruno, han llegado con el proyecto de ciencias y sus sueños bajo el brazo.

Pero la feria va más allá de una competencia. Hace dos días, por ejemplo, tuvieron la oportunidad de hablar con cuatro premios Nobel de Física, Química y Medicina, y decenas de los mejores científicos de Estados Unidos les han dado sugerencias para optimizar su creación.

UNA PIZARRA INTELIGENTE
Las pizarras interactivas pueden llegar a costar en el Perú 14 mil soles o más. Bruno y Joseph gastaron 50 soles para crear la suya. El sistema es simple: un lápiz que lleva una luz infrarroja, una computadora y un mando de Wii. Este mando, vía Bluetooth manda a la computadora la información emitida por el lápiz infrarrojo y, con un proyector, convierte toda superficie en táctil.

En conversación con El Comercio, estos alumnos de cuarto grado de secundaria dicen que buscaron solucionar un problema presente en todo país como el nuestro: la falta de herramientas modernas para que los alumnos se sientan atraídos por las clases. Escucharlo de chicos de su edad hace inevitable sentir fe en que el futuro puede ser mejor que el presente.

Hay proyectos que se centran en algo para uno mismo. "Nosotros queremos ayudar, utilizar nuestro proyecto que, al ofrecer algo a bajo precio, llegue a lugares a dónde sería imposible comprar una pizarra de marca", dice Bruno. "Los alumnos pueden mejorar sus notas y los profesores pueden mejorar su forma de enseñar", continúa Joseph.

En efecto, los beneficios son para todos. Los chicos cuentan que muchos profesores son reacios a las nuevas tecnologías por lo complejas que les resultan; para un maestro cuyo único contacto con internet es su correo electrónico, una pizarra llena de botones y funciones hace que opten por seguir con las pizarras verdes y tiza. "Nuestra pizarra es muy sencilla, se van a animar a usarla", dicen los dos casi en coro.

Su invento ha recibido varios comentarios del resto de participantes y de los científicos que recorren los pasillos del Centro de Convenciones de Los Ángeles, sede del INTEL-ISEF 2014. "Un jurado se ha ofrecido a donarnos más luces infrarrojas para que sigamos con nuestro proyecto", dice uno. "Nos preguntan si ha habido interés en nuestro país para llevar nuestras pizarras a todos los colegios", suelta otro.

La pizarra inteligente de estos jóvenes peruanos se usa en algunos grados de primaria, en su colegio de Ilo. Su sueño pendiente de hacerse realidad es que su invento sirva en otros colegios de nuestro país. Por lo pronto sueñan con estudiar Ingeniería o algo relacionado a la ciencia. Pensaban en hacerlo en Arequipa, pero este viaje ha hecho que se den cuenta de que, con su ingenio, el mundo les puede dar todas las oportunidades que deseen.

FUENTE: ELCOMERCIO.PE

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