jueves, 8 de mayo de 2014
BENEFICIOS DE ENSEÑAR A LOS HIJOS A DESARROLLAR UNA BUENA ACTITUD
La época actual en la que vivimos, está llena de desafíos. ¿Cómo podemos ayudar, entonces, a nuestros hijos a crecer en un mundo incierto, al tiempo que enfrentan temores, la decepción y el fracaso? ¿Cómo puede ayudarles eso para alcanzar el éxito? He aprendido que todo tiene que ver con la motivación que reciban y la actitud que desarrollen desde pequeños. La mayor parte del éxito tiene que ver con la actitud que ellos tienen hacia la vida, las situaciones que se les presentan y las personas que les rodean o con las que se relacionan, particularmente en los momentos en que hay factores negativos que deben sobrellevar. Los siguientes son cuatro beneficios que podrás ver en tu familia si les ayudas a tus hijos a desarrollar una buena actitud:
1. Una buena actitud, es la gran motivadora por antonomasia
. Los padres que apoyan a sus hijos para que tengan una mirada positiva hacia las adversidades, logran que ellos aprecien el valor de su esfuerzo y se sientan motivados a dar lo mejor de sí mismos, por más difícil que les parezca lograr algo. Esa motivación, además, es contagiosa. Si te propones ofrecer a tus hijos esa perspectiva de tener una buena actitud, comprenderás que se sentirán motivados a identificar lo bueno antes de decidir cómo actuar para resistir todo lo malo que se les pueda presentar. En mi familia nos sentimos dichosos cuando nuestros hijos experimentan tranquilidad al ver el lado positivo de las cosas.
2. La buena actitud les ayuda a ver que existen dos decisiones primordiales en la vida
Tú puedes tener éxito al ayudar a entender a tus hijos que cuando se presenta un problema, tienen básicamente dos opciones: 1) enojarse, frustrarse y molestarse, lo cual les creará todavía más problemas, o 2) el tener la actitud de resolver los problemas, lo cual lleva a lecciones que los hijos pueden aprender de cada experiencia que se les plantea. Aunque sientan frustración, pueden aprender a canalizar dicho sentimiento de manera positiva.
3. La buena actitud ayuda a los hijos a actuar en lugar de reaccionar
Uno de los aspectos que mi esposo y yo nos hemos propuesto en nuestra familia, es evitar situaciones en las que parece ser que el hogar está lleno de reacciones y quejas. La buena actitud ha ayudado a nuestros hijos a actuar para resolver o compartir ideas, en lugar de ser reactores negativos ante determinadas situaciones.
4. La buena actitud ayuda a los hijos a lograr una vida productiva
Al tener una buena actitud, los hijos se convierten en personitas que disfrutan el trabajar con otros, ser interdependientes y les ayuda a ser productivos con los recursos que tienen, aprovechar adecuadamente las oportunidades que se les presentan y ser considerados con los demás.
Al enseñar a nuestros hijos la realidad existente, de que existen desafíos en la vida y de que el éxito que alcancen depende en determinada medida de la actitud con la que enfrentan las dificultades, estamos ayudándoles a que puedan tener una vida productiva, anhelar un futuro seguro y que puedan aprender de las experiencias que tienen.
FUENTE: FAMILIAS.COM
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